Seguramente nunca hayas oído este nombre, pero es un curioso tipo de arte fotográfico en el que entran en juego cosas tan curiosas como los reflejos en los espejos, las dimensiones y la relación que el observador (o la cámara en el momento oportuno) recibe de ellos.
Por ejemplo miremos la siguiente foto:
Puede parecer ua foto normal de uno de los barrios antiguos de Pekín, pero si estemos un rato mirándola puede que lleguemos a perder la percepción del suelo, lateralidad, etc. Son efectos siempre producidos de forma extraña dependiendo la posición y composición de los elementos por nuestro cerebro, que intenta buscarle la situación pero por culpa de ellos no lo consigue.
Desde que se empezó a usar han salido cámaras especialmente concebidas y un poco “estilo retro” que por su pequeño formato y curiosos objetivos son más asequibles para conseguir fotografías de éste tipo.
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